La tienda de los suicidas
FICHA TÉCNICA
SINOPSIS
La familia Tuvache se ha dedicado por generaciones a la venta de productos como sogas para ahogarse, venenos o armas que cualquier suicida debe tener a mano para el momento en que decida abandonar este mundo. Los Tuvache se sienten orgullosos de su trabajo y de su reconocida eficacia profesional, hasta que el menor de sus hijos empieza a dar muestras de su inquietante personalidad: es alegre y le entusiasma la risa.
SOBRE EL AUTOR: JEAN TEULÉ
PRIMERAS IMPRESIONES
Como ya os habré contado, tengo un montón de libros de mis padres en casa de los cuales he leído más bien pocos. Este es uno de ellos y llegué hasta él porque me llamó la atención su título y portada (que no hay que juzgarlo por eso peeeero, no se puede evitar). Pensé que se trataría de alguna historia corta de terror o algo así pero la verdad es que me equivoqué bastante.
OPINIÓN
En este libro nos encontramos con la historia de una familia de lo más peculiar y oscura, tanto incluso como los Addams, en la que cada miembro está peor de la cabeza que el anterior. Todos ellos participan en el negocio familiar: la tienda de los suicidas.
Sí, habéis leído bien pero antes de que os llevéis las manos a la cabeza os pondré en contexto. El autor sitúa esta historia en un tiempo futuro (apocalíptico quizás) sin definir, en el que los desastres del cambio climático y la desesperación de los ciudadanos hace que cada vez más personas consideren la idea de acabar con su vida. Vamos, que el suicidio se ve como algo normal, el pan de cada día, y la tienda de los suicidas se encarga de que los suicidas tengan éxito.
He de reconocer que algunas de las herramientas que venden están muy bien pensadas como las cuchillas oxidadas para que, en caso de fallar, al menos mueras de tétanos, o las pistolas con una sola bala para evitar matar a terceros. Como ya habréis adivinado, este libro está cargado de humor negro.
Concretamente, el autor nos indica que no pretende hacer una apología del suicidio ni burlarse del tema, simplemente ha intentado reflejar cómo sería una sociedad en crisis que debe cambiar pero que ha perdido toda la ilusión por vivir y, para tratar este tema, hace uso del humor negro.
Volviendo con esta peculiar familia, los Tuvache, he de decir que me han encantado pues cada uno de ellos está bien definido por unos patrones rígidos de comportamiento que evolucionan poco a poco a lo largo de la novela.
En la tienda, las cosas transcurren con normalidad exceptuando cuando Alan, el menor de los hijos, está cerca. Al contrario que su familia, el pequeño ríe y encuentra siempre el lado bueno de las cosas. Como comprenderéis, esto vuelve locos a sus padres e incluso hace que algunos clientes se replanteen la idea de acabar con su vida.
Lo que no me gustó mucho de este libro es su final ya que, aunque es acertado y acorde a la historia, lo vi demasiado apresurado y poco desarrollado. Unas cuantas páginas más no habrían venido mal.
En general me ha parecido un libro muy original, me atrapó desde el primer momento, y lo recomendaría aunque, eso sí, hay que leerlo con la mente muy abierta y sin sentirse culpable si se te escapa alguna risa. Si estas esperando que se aborde el suicidio desde una perspectiva seria, con lecciones o consejos de autoayuda te has equivocado de libro. Este sirve para pasar un buen rato pero no para que te deje huella.
Aunque trata un tema que actualmente podría ofender a muchos en un primer momento, el personaje de Alan hace que todo cobre un matiz distinto, pues será el que nos aporte la luz dentro de tanta oscuridad. Es por lo tanto una historia divertida y tétrica cuyo mensaje anima a ver el lado bueno de las cosas y de las personas.
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